PRIMERA
VISITA AL GINECÓLOGO
Las visitas
al ginecólogo son esenciales para una vida saludable para toda mujer y no solo
hay que recurrir a ellos en busca de anticoncepción o cuando estemos
experimentando algún tipo de contagio, sino periódicamente (al menos 1 vez al
año) desde la entrada a la pubertad (generalmente tras tu primer periodo).
Aunque
estas visitas se suele vivir (sobretodo la primera vez) con gran estrés y
incomodidad, con de vital importancia ya que este profesional resolverá muchas dudas y brindará
información de gran importancia para la vida íntima de la mujer, en especial
sobre la prevención de algunas de las enfermedades más
graves que afectan a la población femenina como lo son: el cáncer de cervix y el cáncer de mama.
La visita
comienza con una breve presentación donde se iniciará la escritura de tu
informe personal, donde se anotará a lo largo de toda tu vida todos los
resultados de los exámenes realizados y los sucesos importantes de mención y se
hablará sobre aspectos claves de tu cotidianidad femenina como la
regularidad de tus ciclos menstruales, dolores, molestias, síndrome premenstrual, anticonceptivos entre
otros temas.
- EXAMEN FÍSICO GENERAL: Durante el examen físico se medirá tu estatura, peso y presión arterial. También te examinará para detectar otros problemas de salud.
- Si hay dolor intenso en la parte inferior del abdome
- Si tienes dolores fuertes (cólicos) durante el periodo menstrual
- Te preguntará si tus periodos menstruales son regulares, irregulares o si se omiten algunos meses
- Si tienes dolor, ardor, comezón alrededor de la vagina o si hay aumento en el flujo o en su apariencia.
- Si al orinar has notado salida de sangre.
- EXAMEN DE LOS SENOS: La exploración de los pechos debe estar incluida en la revisión periódica. Para explorar el pecho es mejor que acudamos a la consulta después de terminar la regla. En este momento la glándula mamaria está en las mejores condiciones para que la información obtenida en la exploración sea clara.
En la exploración el médico mirará si las mamas son
iguales, si hay alteraciones en la piel, en el pezón, en la areola, si hay
secreción por los pezones, si se tocan bultos y sus características. Para
realizar este examen el médico mueve los dedos alrededor del seno siguiendo
siempre un patrón circular.
Nadie puede
conocer el pecho de una mujer que ella misma. Por eso se aconseja que seas tú
misma la que autoexplores tus pechos todos los meses después de la regla, y
ante cualquier cambio acudas al ginecólogo.
- EXÁMEN PÉLVICO: Este examen casi nunca se realiza durante la primera consulta ginecológica. Sin embargo, si has tenido relaciones sexuales o si tienes algún problema, puede ser necesario realizarlo.
Para el examen pélvico te pedirán que te desvistas y
que te pongas una bata y que te acuestes en una camilla especial para exámenes
ginecológicos. Te pedirán que coloques los pies en los apoyapiés o estribos,
que separes los muslos y que deslices la cadera hacia abajo hasta llegar al
borde delantero de la camilla.
El médico
palpa los órganos internos con una mano mientras presiona el abdomen con la
otra mano.
Este examen le permite al médico determinar su forma, su situación, su consistencia, si tiene algún problema y si es doloroso. Los ovarios no siempre se tocan. Aunque este examen es incómodo, no debe doler.
Este examen le permite al médico determinar su forma, su situación, su consistencia, si tiene algún problema y si es doloroso. Los ovarios no siempre se tocan. Aunque este examen es incómodo, no debe doler.
- PRUEBA DE PAPANICOLAOU: Esta prueba detecta la presencia de células anormales en el cuello uterino que pueden causar cáncer. Ayudado por el espéculo, el médico obtiene células del cuello del útero con una pequeña herramienta llamada espátula y una brocha. Estas células se colocan en una laminilla de cristal y son enviadas al laboratorio para que sean examinadas. Esta prueba se debe hacer a los 3 años de que iniciaste las relaciones sexuales y a los 21 años.
- VACUNAS: Las vacunas son inyecciones que te protegen contra enfermedades que producen ciertas bacterias y virus. La mayoría te fueron administradas en forma rutinaria (existe un cuadro de vacunas que se deben aplicar por ley a todos los niños) y otras que se les ofrecen a las mujeres que tienen algún riesgo de contraer ciertas enfermedades. El médico puede preguntar sobre tu historial médico, verificar si has recibido todas las vacunas y sugerir la importancia de que te apliquen otras.
Las siguientes vacunas se recomiendan para todas las
adolescentes:
- Vacuna de refuerzo contra el tétanos,
difteria y tosferina (DPT); una entre los 11 y los 18 años.
- Vacuna contra el virus del papiloma
humano una serie entre los 11 y 12 años, una serie entre los 9 y 26 años
para las que no se hayan vacunado por primera vez.
- Vacuna meningocóccica entre los 11 y 12
años o a los 13 y 18 años si no la habías recibido anteriormente.
Al ver tu historia médica, tu médico podrá
determinar si necesitas actualizar la administración de las siguientes vacunas:
- Vacuna contra el virus de la hepatitis B
- Vacuna contra el virus inactivado de la
poliomelitis.
- Vacuna contra el sarampión, las paperas y
la rubéola
- Vacuna contra la varicela.
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