EMBARAZO:
PRUEBAS Y SÍNTOMAS
Cuando
no se toman las medidas indicadas para evitar un embarazo o por el contrario
nosotras las mujeres buscamos quedarnos en cinta, hay diferentes pruebas que
podemos utilizar para confirmar si dicho hecho se ha producido.
La
prueba más conocida es el test de la
orina. Esta prueba (al igual que todas las demás que más tarde veremos)
busca la presencia de la hormona HCG
(Gonadotropina Coriónica Humana) la cual dependiendo de los niveles nos
confirman en que semana de nuestro embarazo nos encontramos. El funcionamiento
del test de la orina es muy sencillo, basta con verter un poco de nuestra orina
en la tira reactiva y esperar a que esta cambie de color. En las instrucciones
del test nos dirá que significa el color que salga. Esta prueba tiene mucha
credibilidad, aunque nuestro nivel de nervios puede desbaratar la muestra de la
orina. Para mayor seguridad las pruebas
de sangre son mucho más fiables, ya que la medida de los niveles de la HCG
es mucho más exacta.
Otra
de las pruebas que podemos utilizar son las de ultrasonido obstétrico, más comúnmente conocido como ecografía o
monograma. Esta prueba nos confirma visualmente la existencia de vida en
nuestro interior.
Aunque
estas pruebas solo nos ofrecen una respuesta rápida y fiable, lamentablemente
la mayoría de estas solo se pueden realizar tras 7 o 10 día después de la
supuesta concepción, lo cual suele llevar a que se dé un retraso en nuestro
periodo. Pero antes de proceder a comprobar nuestro estado, nuestro cuerpo nos
envía señales de que se están produciendo cambios en nuestros en nuestro
organismo. Estos son los más comunes:
- Cambios en la apariencia y sensibilidad de los senos: Los senos son los primeros en dar señales físicas de los cambios por venir. Desde el inicio de tu embarazo notas que en tus areolas (círculos oscuros que rodean al pezón) aparecen pequeñas erupciones, se ven como espinillas o bolitas que no solían estar allí. Tus senos también se vuelven más sensibles y poco después empiezan a agrandarse y a oscurecerse las areolas.
- Leve sangrado: Puedes tener un muy leve sangrado vaginal entre siete y diez días después de la posible fecundación, es decir, de cuando tuviste relaciones sexuales (que causan tus sospechas de embarazo). A diferencia del sangrado que puedes tener al inicio de tu período menstrual, en este caso se trata de unas cuantas gotitas de color rosado o café claro que desaparecen en uno o dos días. El sangrado se da por la implantación del óvulo fecundado en tu útero y no debes preocuparte.
- Sentido del olfato sensible: Puedes estar embarazada si de repente notas olores que antes pasaban desapercibidos, o si aromas a las que estabas acostumbrada te causan repulsión. Otros sentidos experimentan cambios similares, excepto la visión, que más bien puede empeorar en el embarazo.
- Aumento en tu temperatura basal: Tu temperatura basal (al despertarte) ronda los 36 grados centígrados. Cerca del momento de la ovulación puede aumentar medio grado y mantenerse allí hasta el inicio del próximo ciclo menstrual. Sin embargo, si se mantiene alta más de 18 días, esto puede ser señal de un embarazo.
- Cansancio: ¿De repente estás cansada todo el tiempo y ninguna siesta ni noche de sueño lo resuelven? Sí, este también puede ser un síntoma de embarazo (primeros días). Desde la concepción, tu cuerpo se da a la tarea de iniciar los cambios necesarios para sostener tu embarazo. Además, las hormonas del embarazo hacen de las suyas, en especial la progesterona y la hormona gonadotrofina coriónica
- Náuseas o achaques: Las náuseas en el embarazo suelen empezar hacia el final del primer mes de embarazo, pero algunas mujeres pueden sentir el malestar desde el inicio.
Así
que si estos son unos de estos síntomas y sientes que tu periodo se esta
retrasando, posiblemente se este creando vida en tu interior, pero aconsejamos
que visites a tu medico y el te haga la pruebas pertinentes para certificar que
dicho hecho se está produciendo.
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