domingo, 2 de diciembre de 2012

Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)

Habiendo sido ayer 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, hemos querido hacer un homenaje desde nuestro Blog de Salud. 


VIH/SIDA
Datos y cifras
·         El VIH es uno de los agentes infecciosos más mortíferos del mundo, que en los tres últimos decenios se ha cobrado más de 25 millones de vidas.
·         En 2011 había aproximadamente 34,2 millones de personas infectadas por el VIH.

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. A medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia, estado que provoca una mayor sensibilidad a muy diversas infecciones y enfermedades que las personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir. La fase más avanzada de la infección por el VIH es síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o sida, que puede tardar de 10 a 15 años en manifestarse. Esta etapa se define por la aparición de ciertos cánceres, infecciones u otras manifestaciones clínicas de gravedad.

Signos y síntomas
Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate. Aunque quienes viven con el VIH tienden a alcanzar el pico de infectividad en los primeros meses, muchos ignoran que son portadores hasta que llegan a fases más avanzadas. En las primeras semanas que siguen al contagio, la persona a veces no manifiesta ningún síntoma, y otras veces presenta una afección de tipo gripal, con fiebre, cefalea, erupción o dolor de garganta.
A medida que la infección va debilitando su sistema inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento podrían aparecer enfermedades graves como tuberculosis, meningitis por criptococos o cánceres como linfomas o sarcoma de Kaposi, entre otros.



Transmisión
El VIH se transmite por contacto íntimo y sin protección con determinados líquidos corporales de una persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es posible contagiarse a resultas de contactos de tipo ordinario y cotidiano como puedan ser los besos, abrazos o apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, alimentos o bebidas.

Factores de riesgo
Hay ciertos comportamientos que incrementan el riesgo de que una persona contraiga el VIH. Se trata de los siguientes:
·         practicar coito anal o vaginal sin protección;
·         padecer alguna otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, blenorragia o vaginosis bacteriana;
·         compartir agujas o jeringas contaminadas, soluciones de droga u otro material infeccioso para consumir drogas inyectables;
·         recibir inyecciones o transfusiones sanguíneas sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen corte o perforación con instrumental no esterilizado;
·         pincharse accidentalmente con una aguja, lesión que afecta en particular al personal de salud.

Diagnóstico

Una prueba de detección del VIH revela presencia o ausencia de la infección por la presencia o ausencia en la sangre de anticuerpos contra el virus. El sistema inmunitario genera anticuerpos para luchar contra agentes patógenos externos. La mayoría de las personas pasan por un "periodo silente" de entre 3 y 12 semanas durante el cual los anticuerpos contra el virus se están fabricando y no son todavía detectables. Esta primera etapa es el momento de mayor infectividad, pero la transmisión puede producirse en todos los estadios de la infección. Conviene confirmar los resultados de una prueba de detección practicándola de nuevo a los tres meses, una vez transcurrido el tiempo suficiente para que las personas infectadas generen anticuerpos.

Tratamiento
Es posible inhibir el VIH mediante tratamientos que combinan el uso de tres o más fármacos antirretrovíricos, que, si bien no curan la infección, inhiben la replicación del virus en el organismo de la persona y permiten que su sistema inmunitario recobre fortaleza y capacidad para luchar contra las infecciones.
Prevención. Los principales métodos para prevenir el contagio son:
1. Uso de preservativos
El uso correcto y sistemático de preservativo masculino y femenino en el curso de la penetración vaginal o anal puede proteger de la propagación de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la infección por el VIH.
2. Pruebas de detección y asesoramiento en relación con el VIH y las ITS
Se aconseja vivamente a toda persona expuesta a cualquiera de los factores de riesgo que se someta a pruebas de detección del VIH y otras ITS, para así conocer su estado y llegado el caso acceder a los oportunos servicios de prevención y tratamiento sin demora.
3. Profilaxis anterior a la exposición por relaciones sexuales para la persona VIH-negativa
Los ensayos realizados entre parejas serodiscordantes han demostrado que el consumo de antirretrovíricos por la pareja VIH-negativa puede ser una medida eficaz para prevenir el contagio por la persona seropositiva. Es lo que se conoce como profilaxis preexposición.
4. Profilaxis posterior a la exposición al VIH
Este método para prevenir la infección entraña el uso inmediato de fármacos antirretrovíricos, dentro de las 72 horas siguientes a la exposición accidental al VIH.
5. Circuncisión masculina
La circuncisión masculina, cuando corre a cargo de personal sanitario cualificado, reduce en aproximadamente un 60% el riesgo de que un hombre resulte infectado por el VIH al mantener relaciones sexuales heterosexuales.

6. Eliminación de la transmisión del VIH de la madre al niño
La transmisión del VIH de una madre seropositiva a su hijo(a) durante el embarazo, el parto o la lactancia se denomina transmisión vertical o maternoinfantil. En ausencia de cualquier tipo de intervención, las tasas de transmisión van del 15% al 45%. Es posible prevenir totalmente esta clase de transmisión administrando tanto a la madre como al niño un tratamiento o una profilaxis con antirretrovíricos en todas las etapas en que pudiera producirse la infección.
7. Tratamiento con antirretrovíricos
Un nuevo ensayo ha confirmado que, cuando una persona VIH-positiva sigue un régimen terapéutico eficaz con antirretrovíricos, se puede reducir en un 96% el riesgo de que transmita el virus a su pareja sexual no infectada.
8. Reducción de daños en los consumidores de drogas inyectables
Las personas que se inyectan drogas pueden protegerse de la infección por el VIH utilizando material estéril, en particular la aguja y la jeringuilla, en cada inyección.




1 comentario:

  1. Me parece genial que os suméis a la causa de erradicar esta enfermedad tan dañina. Por cierto me encantan muchas de las entradas que habéis hecho.. enhorabuena!!

    Marta

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